jueves, 9 de septiembre de 2010

POEMAS PARA LA SIRENA DEL MAR

Sin tiempo


Cuando los milenios
de la noticia humana
ya habían pasado,
las centurias inmediatas
dejando hitos en la memoria,
eran grises y lejanas;
los años: idos en silencio,
los meses presurosos,
con semanas de urgencias,
días instantáneos,
horas fugaces,
minutos de ensueño
y segundos imposibles:
llegaste tú,
a poner armonía en mi tiempo.           

 

Sueños


Evoco su imagen seductora
con la nitidez misma de ayer:
viene a mí, como fue antes:
halagüeña y dulce en su voz,
etérea en sus manos blancas. 

No dice su nombre
a mi oído, que la espera
desde esa mañana fría.

No hablan sus dulces labios;
pero yo la escucho
susurrarme en la penumbra
de mis desvaríos,
en el despropósito
de mis perpetuos sueños.

 

Melodía de amor


Me embelesas
con ese encanto
de serenita de espuma.

Siento el sabor de tus labios,
de tu boca sabor a estaciones;
-más a invierno y primavera-
a colibríes latentes,
a sinfonías de música.

Y debes saber ......,
que eres mi pensamiento,
mi melodía de amor,
mi fragancia, mi placer.

Una sirena


Me dijo una sirena
que el amor es ventura...,
cuando en él había poemas.

Pues, si el amor de dulces lágrimas
y de infinitos sueños;
llega a ti en el otoño
con perfume de amapolas,
y sonrisa de estudiante....
...., es una eterna canción
que entre suspiros se canta.

Y es más sublime,
cuando atrapó tu corazón
otro corazón de tul;
que apretó tus finas manos
que besó tus tiernos labios
y volvió seda tus pechos.

¡Ah, y me dijo también!
Que en tus entrañas
es muy ardiente el deseo
o quizá, en ti de pronto
la vida desaparece.

Pero –sabes-
esa sirena eres tú,
la sirena de mis sueños.