domingo, 9 de octubre de 2011

Doménica en octubre


Vino el otoño con su nostalgia,
de acostumbrados recuerdos.
Vino octubre con su brisa,
con sus noches frescas;
y vino también, la adorada
criatura de los ojos tentadores.
Llega en mis sueños nocturnales   
a tomarse mis ansias
y a mover mis íntimos deseos.

Ella es lejana en estos tiempos,
pero en octubre llega inquieta,
cual  ave de paso.
Aparece en el atardecer
cuando el viento acaricia
la piel, como ella lo hacía.
Amo su recuerdo grato,
sus besos ocultos de otoño,
su cuerpo ardoroso y cruel;
que de prohibido era mío,
en largas horas ocultas.
                                               09/10/2011  

miércoles, 17 de agosto de 2011

Frío de agosto

Frío de agosto soñador
en soledad perpetua...
alma que siente frio
en la noche constela.

Hoy siento frío..., más que ayer
porque ella, ya no está más
en este agosto soñador.

Tiene agosto fragancias mustias
de viejos sueños que abrigaron
ardientes besos ocultos..

Agosto es triste sin ella,
porque a otro  mira...
como entonces me miraba
cuando agosto sonreía.  


 

martes, 9 de agosto de 2011

Letanías en su cumpleaños

Traed, señor, los coros celestiales
para celebrar en su honor
el mejor de sus días.
Ella es una aurora temprana
con esa divinidad pura
que glorifica las cosas en sus manos.
Gracias señor, por darle vida,
vida que solo sería santidad,
si no la adornaran carnales encantos.

Un año más de dulces sueños
y triunfos placenteros,
que halagan su existencia.

Ella es una plegaria de amor
en labios de tiernos serafines
en las cercanías del cielo.

Bendícela señor por ser alegre,
por ser alegre bendícela;
con más felicidad cada día. 

Y en este bello cumpleaños
dejadme ofrecerle emocionado
el humilde numen de mi poesía.

Nada es tanto en su homenaje
todo es poco en su pleitesía,
pues ella lo merece todo…

Señor, te doy mis letanías
Para que tú la ayudes
Por donde vayan sus pasos.

Te ofrezco todos mis cantos
Para que tenga en sus años
Tu bendición que no falte.      

Secreta idolatría

La pureza que canta
rebelada en sus labios,
satisface mi espíritu.
 
Ella es la virtud que acaricia…
…, la inocencia encarnada
en su exquisito cuerpo .

Tiene ojos virginales
que mucho embelesan,
cuando mira con ternura.

Sus manos blancas
guardan caricias eternales
para mi frente mustia.

Ella es una emanación divida
que tanto apasiona mi alma
siempre enamorada.

Amo su candidez  temprana,
su boca dulce y provocadora,
amo en silencio su ser.

Bien sabe que yo la adoro
y a ella le encanta
que yo la adore.

Guarda en secreto mi devoción
cual diosa amada
sobre su altar.

viernes, 24 de junio de 2011

Tu nombre

Puse tu nombre
en las cosas  
que a diario
tocaban mis manos.

En mi pañuelo,
tu nombre
-como emblema-
fue bordado
en preciosos
caracteres nubios.

En mis cosas íntimas:
tus iniciales,
daban señorío
y sentido de pertenencia.   

En mi fusil
que llevaba al hombro,
a fuego lento grabé tu nombre,
junto al mío,
por si acaso...

Todas las veces
puse tu nombre
en la playa.

Los barcos del puerto
lucen su proa
desafiante,
con tu nombre
de insignia. 

En todo lo posible
está tu inefable nombre...
Los libros silenciosos
lo guardan,
el teléfono, el reloj del tiempo,
en las esquelas pascuales
de la Navidad encantada.

En todo mi mundo
tu nombre
se dibuja y recrea,
para regocijo y memoria. 

La amé

                                                              
Sí –a ella- la quise...,
con suma fascinación;
la amé con devoción divina
entre mis brazos en largas noches.

Mil cien veces
le dije que la amaba
con locura y desenfreno.
Ella –hurgó mi vientre-
yo el suyo lo hurgué
-en la desesperación-
con mi mano artera.

Nos quisimos diariamente
como los colibríes
aman en otoño.

Adoré sus tórridos ojos,
sus melosos labios;
de sus manos blancas
arrullé la grácil caricia.

Sacié mi boca
en sus pechos de nieve,
y en su vientre ardoroso
aplaqué mi deseo,
en su deseo abundante.