viernes, 24 de junio de 2011

Tu nombre

Puse tu nombre
en las cosas  
que a diario
tocaban mis manos.

En mi pañuelo,
tu nombre
-como emblema-
fue bordado
en preciosos
caracteres nubios.

En mis cosas íntimas:
tus iniciales,
daban señorío
y sentido de pertenencia.   

En mi fusil
que llevaba al hombro,
a fuego lento grabé tu nombre,
junto al mío,
por si acaso...

Todas las veces
puse tu nombre
en la playa.

Los barcos del puerto
lucen su proa
desafiante,
con tu nombre
de insignia. 

En todo lo posible
está tu inefable nombre...
Los libros silenciosos
lo guardan,
el teléfono, el reloj del tiempo,
en las esquelas pascuales
de la Navidad encantada.

En todo mi mundo
tu nombre
se dibuja y recrea,
para regocijo y memoria. 

La amé

                                                              
Sí –a ella- la quise...,
con suma fascinación;
la amé con devoción divina
entre mis brazos en largas noches.

Mil cien veces
le dije que la amaba
con locura y desenfreno.
Ella –hurgó mi vientre-
yo el suyo lo hurgué
-en la desesperación-
con mi mano artera.

Nos quisimos diariamente
como los colibríes
aman en otoño.

Adoré sus tórridos ojos,
sus melosos labios;
de sus manos blancas
arrullé la grácil caricia.

Sacié mi boca
en sus pechos de nieve,
y en su vientre ardoroso
aplaqué mi deseo,
en su deseo abundante. 

Sin tiempo


Cuando los milenios
de la noticia humana
ya habían pasado,
las centurias inmediatas
dejando hitos en la memoria,
eran grises y lejanas;
los años: idos en silencio,
los meses presurosos,
con semanas de urgencias,
días instantáneos,
horas fugaces,
minutos de ensueño
y segundos imposibles:
llegaste tú,
a poner armonía en mi tiempo.           

sábado, 18 de junio de 2011

Musa de mis sueños

Como bien lo sabes,
te estoy queriendo
en silencio.

Solo por ti he vivido
una ilusión sin medida,
que ha perturbado mi sueño.

No tiene reposo mi vida,
no tiene sosiego el alma
adolorida y triste.

Como bien lo sabes
te vengo amando…
......,calladamente...