Un homenaje a la vida
Festejo
mi buena vida
que
si he podido gozar
como
una gracia divina.
Celebro
los días bellos:
entre
los muchos silencios,
con
algunos desenfrenos
Vaya
mi canto a la dicha
del
amor correspondido
como
un favor del destino.
Gocé
del bien placentero,
de
la ternura y afecto,
sin
ningún remordimiento.
Tuve
para mí la suerte
de
aquella pasión que ofrece
lo
cándido y prohibido.
Fue
poesía el amor
fugaz,
que dejó sus huellas
en
el furor de mis venas.
Y
bebí el dulce delirio
de
aquella mujer piadosa
que
mejor se entrega sola.
Harté
de besos
mis
apasionados desvelos
en
fastuosas primaveras.
Hallé
en mi camino
mujeres
buenas y malas
con
ambrosías mundanas.
Hice
con versos sonoros,
-de
los hechos más preciosos-,
un
gran homenaje a la vida.
CELI FRANCISCO (12082019)