lunes, 31 de julio de 2017

EN TIEMPOS DE POSVERDAD NADA ES CIERTO

Hubo un momento en la historia humana en que la verdad tenía un valor superlativo para convivencia social. Todas las instituciones sociales y políticas, a partir de la familia procuraban mantener como un  preciado tesoro el valor de la palabra; ésta era una moneda de intercambio que enriquecía la cultura, valoraba las cosas. La palabra tenía equivalencia jurídica. Era mensaja íntegro, total, absoluto, sin posibilidad a duda. Eso fue.

En el siglo XXI, la palabra no es lo único relativo. El mensaje mínimo perdió el valor que tuvo, y con ello, el derrumbe de la cultura comunicacional arrastra todo el andamiaje social. Cuando la sociedad actual acepta como posible la existencia y la práctica de la posverdad es una constatación de que se acabó el valor de la palabra. Este es el valor del tiempo actual. Esta es la realidad.